IMPRESIONES BARCELONA
El 29 de septiembre de 2007 viví en el
Hogar Extremeño de Barcelona, con motivo
de la presentación de mi novela, La paz
del lobo (2006), publicada por De la
luna libros, una de las experiencias más
satisfactorias como escritora a lo largo de
tantos años de llevar la literatura a todos
los rincones extremeños.
El acogimiento fue entrañable, cariñoso y
multitudinario. Con la suerte de conocer a
“paisanos” que se desplazaron desde Sant Boi,
Prat de Llobregat, Hospitalet, Vilanova i la
Geltrú y otros tantos lugares de los
alrededores de Barcelona e incluso catalanes
y pertenecientes a otras comunidades
(andaluces, aragoneses, manchegos...).
Después de una presentación amplia y
detallada por parte de D. Manuel Guerrero,
presidente de la FAEC, la presentación por
mi parte se extendió a casi tres horas
gracias al interés de los numerosos
asistentes, que se resistían a dejar de
escuchar desde la génesis de la novela a
toda la historia que encierran sus páginas,
pasando a la lectura de fragmentos y a las
preguntas sobre la misma. No faltó el buen
humor, e incluso cantamos algunos fragmentos
de las canciones de la época que aparecen en
el texto, lo que hizo aflorar los recuerdos
personales de muchos asistentes con la
nostalgia y el amor hacia lo vivido en
Extremadura. El tema de la novela es de por
sí bastante elocuente, la dura postguerra
extremeña hasta el séptimo año del
franquismo, con testimonios reales y el
rescate para el recuerdo de toda una época
con lo cotidiano, el lenguaje oral y
popular, el paisaje extremeño, el vecino
portugués... la intrahistoria de nuestra
tierra en un esfuerzo de cuatro años de
trabajo para recuperar la memoria histórica
de todo un colectivo, una especie de misión
rescate que legar a lo venidero y
contribuir en la medida de lo posible a dar
la voz justa a los que la sufrieron.
Agradezco esta iniciativa propiciada por la
Consejería de Bienestar Social de la Junta
de Extremadura, que me ha permitido llegar
al corazón de estos extremeños de
extramuros, ávidos de nosotros que llegamos
desde dentro a acercarles la tierra que se
niegan a ver lejana. Será imposible olvidar
sus caras llenas de sensaciones y su manera
en tropel de contarte sus experiencias y
transmitirte todo su cariño y calor. Me
traje todo el mapa de Extremadura lleno de
recuerdos, por si voy a Azuaga, A La Zarza,
a Palomas, a Puerto de Santa Cruz, a Piedras
Albas, a Badajoz, a La Serena, al Jerte...
Desde las siete de la tarde que entré en
aquel Hogar de la Puerta del Ángel, hasta
casi la una de la madrugada, no sabía si
vivía en un mundo onírico o era real, no
daba abastos de firmar libros, abrazar y
escuchar. Incluso “me captaron” como autora
teatral para el grupo de teatro de Sant Boi
de Llobregat, a quienes he enviado mis dos
obras estrenadas, Nosotras, mujeres y
Amargas.
Es imposible intentar ser objetiva en una
valoración de esta experiencia. Fui como
escritora extremeña a presentar una novela,
regresé como extremeña hermanada dispuesta a
colaborar en todo lo que pueda ofrecerles,
su acogimiento y humanidad lo merecen.