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AGENDA DE APLEX |
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11 DE MAYO 2007
20,00 horas
Representación teatral
Organiza: APLEX
Participan : APLEX, AENA-MADRID, La Linterna Mágica
Colabora: Institución Cultural EL BROCENSE de la Excma. Diputación Provincial de Cáceres.Guión: Rosa Mª Lencero
Dirección: Asunción Mieres
ás información
Guión de Rosa lencero
DULCE LENGUA
POEMAS:
1.-LA NACENCIA de Chamizo ((José Carlos Risco))
2.-LA PEDRADA de G. y Galán ((Actores))
3.-COMPUERTA de Chamizo ((José Carlos Risco))
4.-EL EMBARGO de G. y Galán ((Actores))
5.-JUAN POETA de Luis Álvarez Lencero ((Actores))
6.- JUAN PUEBLO de Luis Álvarez Lencero ((Actores))
7.-ENCINARES de Jesús Delgado Valhondo ((Actores))
8.- VILLANCICO DEL GUADIANA Y DE LA ENCINA de Jesús Delgado Valhondo ((Actores))
9.-LOS POBRES DEL MUNDO TOCAN EL BOMBO de Manuel Pacheco ((Actores))
10.- LOS QUE NO TIENEN DONDE CAERSE VIVOS de Manuel Pacheco ((Actores))
11.-AL MUCHACHO EXTREMEÑO de Pilar Fernández ((Actrices))
12.-JAVIER FEIJOO
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DULCE LENGUA
1 ((LA NACENCIA))
Escuchadme... aquí... en vuestros oídos, al dulce rumor de caracola que me desliza hacia el corazón. ¿Quién soy? Vosotros mismos... la LENGUA con que nombráis lo que amáis: madre güena, chachino del alma, miajón... quereleh y querenciah bajo lah candiláh del sol en la tierra y el recencio de lah estrellah.
Sonido de infancia, leche materna. Quien me escucha me habla igual que le hablo. Gorgojeo mullido del agua, arrullo de nana a bocanás de esperanza, roando, roando con el dolondón del tiempo. Esa es la Nacencia de cosinas durces que me cuenta Luis Chamizo y yo, siendo Lengua y Conciencia, levanto el nombre de Extremadura más alto que la más alta bandera.
1.- LA NACENCIA de Chamizo (José Carlos)
Bruñó los recios nubarrones pardos
la lus del sol que s´agachó en un cerro,
y las artas cogollas de los árboles
d´un coló de naranja se tiñeron.
A bocanás el aire nos traía
los ruídos d´allá lejos
y el toque d´oración de las campanas
de l´iglesia del pueblo.
Ibamos dambos juntos, en la burra,
por el camino nuevo;
mi mujé, mu malita,
suspirando y gimiendo.
Bandás de gorriatos montesinos
volaban, chirriando, por el cielo,
y volaban pal sol, qu´en los canchales
daba relumbres d´espejuelos.
Los grillos y las ranas
cantaban a lo lejos,
y cantaban taimen los colorines
sobre las jaras y los brezos;
y roando, roando, de las sierras
llegaba el dolondón de los cencerros.
¡Qué tarde más bonita!
¡Qu´anochecer más güeno!
¡Qué tarde más alegre
si juéramos contentos!...
–No puede ser más– me ijo –vaite, vaite
con la burra pal pueblo,
y güérvete de prisa con l´agüela,
la comadre o el méico–.
Y bajó de la burra poco a poco,
s´arrellenó en el suelo,
jun tó las manos y miró p´arriba,
pa los bruñíos nubarrones recios.
¡Dirme, dajagla sola,
dejagla yo a ella sola com´un perro,
en mitá de la jiesa,
una legua del pueblo...
eso no! De la rama
d´arriba d´un guapero
con sus ojos reondos
me miraba un mochuelo;
un mochuelo con ojos vedriaos
como los ojos de los muertos...
¡No tengo juerzas pa dejagla sola;
pero yo de qué sirvo si me queo!
¡La burra, que roía los tomillos
floridos del lindero
careaba las moscas con el rabo;
y dejaba el careo
levantaba el jocico, me miraba
y seguía royendo.
¡Qué pensará la burra,
si es que tienen las burras pensamientos!
Me juí junt´a mi Juana,
me jinqué de roíllas en el suelo,
jice por recordá las oraciones
que m´enseñaron cuando nuevo.
no tenía pacencia
p´hacé memoria de los rezos...
¡Quién podrá socorregla si me voy!
¡Quién va po la comadre si me queo!
Arturdío del tó gorví los ojos
pa los ojos reondos del mochuelo;
y aquellos ojos verdes,
tan grandes, tan abiertos,
qu´otras veces a mí me dieron risa,
ahora me daban mieo.
¡Qué mirarán tan fijos
los ojos del mochuelo!
No cantaban las ranas,
los grillos no cantaban a lo lejos,
las bocanás del aire s´aplacaron,
s´asomaron la luna y el lucero,
no llegaba, rondo, de las sierras
el dolondón de los cencerros...
¡Daba tanta quietú mucha congoja!
¡Daba no sé qué tanto silencio!
M´arrimé más pa ella:
l´abrasaba el aliento,
le temblaban las manos,
tiritaba su cuerpo...
Y a la lus de la luna eran sus ojos
Yo sentí que los míos chorreaban
lagrimones de fuego.
Uno cayó roando,
y, prendió d´un pelo,
en metá de su frente
se queó reluciendo.
¡Qué bonita y qué güena:
quién pudiera sé méico!
Señó: tú que lo sabes
lo mucho que la quiero.
Tú que sabes qu ´estamos bien casaos,
Señó, tú qu´eres güeno;
Tú que jaces que broten las simientes
qu´echamos en el suelo:
Tú que jaces que granen las espigas,
cuando llega su tiempo;
Tú que jaces que paran las ovejas,
sin comadres ni méicos...
¿porqué Señó, se va a mirí mi Juana
con lo que yo la quiero,
siendo yo tan honrao
y siendo tú tan güeno?...
¡Ay! Qué noche más larga
de tanto sufrimiento:
¡qué cosas pasarían
que decilas no pueo!
Jizo Dios un milagro:
¡no podía por menos!
II
Toíto lleno de tierra
lo levanté del suelo;
le miré mu despacio, mu despacio,
con una miaja de respeto.
Era un hijo, ¡mi hijo!,
hijo dambos, hijo nuestro...
Ella me le pedía
con los brazos abiertos.
¡Qué bonita qu´estaba
llorando y sonriendo!
Venía clareando;
s´oían a lo lejos
las risotás de los pastores
y el dolondón de los cencerros.
Besé a la madre y le quité mi hijo;
salí con él corriendo,
y en un regacho d´agua clara
le lavé tó su cuerpo.
Me sentí más honrao,
más cristiano, más güeno,
bautizando a mi hijo como el cura
bautiza los muchachos en el pueblo.
Tié que ser campusino,
tié que ser de los nuestros,
que por algo nació baj´una encina
del camino nuevo.
Icen que la nacencia es una cosa
que miran los señores en el pueblo:
pos pa mí que mi hijo
la tié mejor que ellos,
que Dios jizo en persona con mi Juana
de comadre y de méico.
Asina que nació besó la tierra,
que, agradecía, se pegó a su cuerpo;
y jué la mesma luna
quien le pagó aquel beso...
¡Qué saben d´estas cosas
los señores aquellos!
Dos salimos del chozo,
tres golvimos al pueblo.
Jizo Dios un milagro en el camino:
¡no podía por menos!
2 ((LA PEDRADA))
OFF:
Clamor... mi palabra también es clamor cuando duelen los crujidos de la voz que sufre penas... tañido soy, lengua de lágrima para mis poetas que sienten al prójimo como al hermano triste o dolido. Para esto vine a los labios del hombre, para ser viento hecho carne de conciencia desde la mirada del Dios bueno a la criatura que habita la tierra. Dinos tú, José María tu palabra... tú, Gabriel y Galán, lánzanos al corazón La pedrada que rompa el cristal del silencio.
3.- LA PEDRADA de Gabriel y Galán (Actores)
Cuando pasa el Nazareno
de la túnica morada,
con la frente ensangrentada,
la mirada del Dios bueno
y la soga al cuello echada,
el pecado me tortura,
las entrañas se me anegan
en torrentes de amargura,
y las lágrimas me ciegan
y me hiere la ternura...
Cuando esta fecha caía
sobre los pobres lugares,
la vida se entristecía,
cerrábanse los hogares
y el pobre templo se abría.
Y detrás del Nazareno
de la frente coronada,
por aquel de espigas lleno
campo dulce, campo ameno
de la aldea sosegada,
los clamores escuchando
de dolientes Misereres,
iban los hombres rezando,
sollozando las mujeres
y los niños observando...
¡Oh, que dulce, que sereno
caminaba el Nazareno
por el camino solitario,
de verdura menos lleno
que de abrojos el Calvario!
¡Cuán suave, cuán paciente
caminaba y cuán doliente
con la cruz al hombro echada,
el dolor sobre la frente
y el amor en la mirada!
La procesión se movía
con honda calma doliente,
¡qué triste el sol se ponía!
¡cómo lloraba la gente!
¡cómo Jesús se afligía!
¡Qué voces tan plañideras
el Miserere cantaban!
¡Qué luces, que no alumbraban,
tras las verdes vidrieras
de los faroles brillaban!
Y aquel sayón inhumano
que al dulce Jesús seguía
con el látigo en la mano,
¡qué feroz cara tenía!
¡qué corazón tan villano!
¡La escena a un tigre ablandara!
Iba a caer el Cordero,
y aquel negro monstruo fiero
iba a cruzarle la cara
con un látigo de acero...
Un rapazuelo generoso
que al mirarla, silencioso,
sintió la trágica escena,
que le dejó el alma llena
de hondo rencor doloroso,
se sublimó de repente,
se separó de la gente,
cogió un guijarro redondo,
miróle al sayón la frente
con ojos de odio muy hondo,
paróse ante la escultura,
apretó la dentadura,
asegurose en los pies,
midió con tino al altura,
tendió los brazos de través,
zumbó el proyectil terrible,
sonó un golpe indefinible,
y del infame sayón
cayó botando la horrible
cabezota de cartón.
Los fieles, alborotados
por el terrible suceso,
cercaron al niño airados,
preguntándole admirados:
-¿Por qué, por qué has hecho eso?...
Y él contestaba, agresivo,
con voz de aquellas que llegan
de un alma justa a lo vivo:
-"¿porque sí; porque le pegan
sin haber ningún motivo!"
Hoy, que con los hombres voy,
viendo a Jesús padecer,
interrogándome estoy:
¿Somos los hombres de hoy
aquellos niños de ayer?
3 ((COMPUERTA))
OFF:
Milagro es el sonido dulce de campana con que llegamos a la vida... y va brotando, atragantándonos, enredándose como duendes en tropel en la lengua cuando aprendemos el nombre de cada cosa... todo es nuevo y a la vez antiguo... todo evoca y renace hasta que traquetea veloz en la garganta la palabra que deja sus juellas en lo profundo del alma con "cosinas mu durces y mu tiernas" ... ya semos asina como semos, ya palramos como los hijos d´estas tierras extremeñas. ¡Llévame Luis Chamizo contigo en ese tren que por los jierros de la vía retiembla!
2.- COMPUERTA de Chamizo (José Carlos)
Corre´l tren retumbando por los jierros
de la via. Retiemblan
los recios alcornoques qu´esparraman
al reor del troncón las hojas secas.
Juyen las yuntas cuando´l bicho negro
silvando traquetea
.
S´enmorona un terrón y el jumo riñe
con las ramas d´encinas que l´enrean...
Vusotros qu´ajuís pa no sé onde
no queändo´n los jierros ni las juellas,
vusotros qu´esomaus a las ventanas
guipáis las foscas y arrogantes jesas
ylas jondas colás con sus regachos
y la tierra e labor onjuta y seria
donde rumían su pan unos gañanes
del coló de la tierra.
Vusotros qu´atendéis a las lerturas
y seis tan sabijondos en las cencias
que quizás nus larguéis de carrerilla
y en romances jazañas extremeñas
que los nuestros ejaron sin contaglas
endispués de jaceglas.
Vusotros los que vais drento del bicho
que huyendo retumba y traquetea,
¿no sentís al pasá junto por junto
al mesmo corazón de nuestras tierras
argo asín com´un juerte deseo
que s´eschanguen del chisme toas las rueas
pa queäros aquí, junt´a nusotros
pa enduras una mijina nuestras penas,
pa rumiá nuestro pan y p´ampaparos
en la sal del süor que nus chorrea?
Vusotros corriendo, mu corriendo,
sin queär en los jierros ni las juellas,
qu´asina como´l tren vais por la vida,
retumbando y depriesa...
Si n´os podéis pará, meté pal bolso
este cacho e libreta
y al pasá por aquí mirá pal cielo,
y endispués pa la tierra,
y endispués de miranos con cariño,
y recipiar a leegla;
y orqu´ella sus dirá nuestros quereles,
nuestros guapos jorgorios, nuestras penas,
ocurrencias mu juertes y mu jondas
y cosinas mu durces y mu tiernas.
Y sus dirá taimen como palramos
los hijos d´estas tierras,
porqu´icimos asina: -Jierro, jumo
y la jacha y el jigo y la jiguera.
Y taimen sus dirá que semos güenos
que nuestra vida es güena
en la pas d´un viví lleno e trabajos
y al doló d´un viví lleno e miserias;
¡el miajón que llevamos los castúos
por bajo a la corteza!
Porque semos asina, semos pardos
del coló de la tierra,
los nietos de aquellos machos que otros días
triunfaron en América.
4 ((EL EMBARGO))
OFF:
Soy extremeña y aquí está mi llaga de dolor y angustia, enhoramala siempre llega la muerte negra, como la noche negra que deja esa pringue jedionda, rabiosa de impotencia sobre el alma. La muerte es una dentellada profunda, pero guadaña es también la impiedad del hombre que como lobo acecha al desvalido. Ahora gime mi lengua de cristales atravesada y el señol jues manda escarbar con saña el vacío de mi casa. Tu, Gabriel y Galán, habla por mí, defiende por mí, que ese Embargo me roba la vida que queda en el sueño.
4.- EL EMBARGO de Gabriel y Galán (Actores)
Señol jues, pasi usté más alanti
y que entrin tos esos.
No le dé a usté ansia
no le dé a usté mieo...
Si venís antiayel a afligila
sos tumbo a la puerta. ¡Pero ya s'ha muerto!
Embargal, embargal los avíos,
que aquí no hay dinero:
lo he gastao en comías pa ella
y en boticas que no le sirvieron;
y eso que me quea,
porque no me dio tiempo a vendello,
ya me está sobrando,
ya me está jediendo.
Embargal esi sacho de pico,
y esas jocis clavás en el techo,
y esa segureja
y ese cacho e liendro...
¡Jerramientas, que no quedi una!
¿Ya pa qué las quiero?
Si tuviá que ganalo pa ella,
¡cualisquiá me quitaba a mí eso!
Pero ya no quio vel esi sacho,
ni esas jocis clavás en el techo,
ni esa segureja
ni ese cacho e liendro...
¡Pero a vel, señol jues: cuidaíto
si alguno de esos
es osao de tocali a esa cama
ondi ella s'ha muerto:
la camita ondi yo la he querío
cuando dambos estábamos güenos;
la camita ondi yo la he cuidiau,
la camita ondi estuvo su cuerpo
cuatro mesis vivo
y una noche muerto!...
Señol jues: que nenguno sea osao
de tocali a esa cama ni un pelo,
porque aquí lo jinco
delanti usté mesmo.
Lleváisoslo todu,
todu, menus eso,
que esas mantas tienin
suol de su cuerpo...
¡y me güelin, me güelin a ella
ca ves que las güelo!...
5 ((JUAN POETA DE L.A.L.))
OFF:
Son mis hombres navíos sobre olas encrespadas de los tiempos. Huelen a mosto y aceituna y escupen rabia a la miseria igual que abrazan el tierno cuerpo de una novia. Son mis mujeres fuertes como sarmiento por donde mana la verde sabia de la vida. Mi gente, la que me dice a borbotones... ¡qué Dulce Lengua la que hablo, si parece un regato cuajao de florecinas cuando enternece la primavera...! Os hablo españamente a la cara, así, con letras que chascan la dentadura. Juan Poeta, nacencia en Extremadura, hijo en verso de Luis Álvarez Lencero llena de corazón la garganta.
5. JUAN POETA de Luis Álvarez Lencero (Actores)
Soy español. Nací en Extremadura,
Badajoz para más señas. Campesino.
No comulgo con ruedas de molino
Y enciendo en el amor mi dentadura
Canto desde el hondón de mis raíces.
Me duele en la garganta mi hondo grito.
Se me desborda el alma cuando canto.
Y empuño la verdad del pueblo mío.
Me siento no caber en la palabra
porque es más grande el fuego de mi espíritu.
Llevo atado con sangre un hombre dentro.
Mi madre lo parió. La tierra piso.
Amo con rabia al pueblo. Y lo levanto
con fuerte dentadura, hasta su sitio.
Mi tuétano extremeño se rebela
contra la pena, y más: la desafío.
En carne viva canto en boca llena.
No comulgo con ruedas de molino.
Doy mi verso a la paz. Mato a la guerra.
Y me juego la vida, si es preciso.
Dejadme de sermones y de rosas.
Yo delante del paria me arrodillo.
No doblego mi cuello bajo el látigo.
Ni me castran el fruto masculino.
Os hablo españamente, cara a cara.
Me estalla el corazón. Sufro y lo digo.
Que por mi boca se me vierte un águila
y rompo las cadenas con su pico.
En Badajoz y obrero. Canto ronco,
llamándole al pan, pan, y al vino, vino.
Me doy de cuerpo entero. Y no me queda
más que mi corazón de amor partido.
Firmo con esta sangre. Os dejo un hombre
con los brazos abiertos en mi libro.
Se llama Juan. Camina en alpargatas.
Y Pueblo, o Libertad, es su apellido.
6 ((JUAN PUEBLO L.A.L.))
OFF:
¡Silencio!... Un grito rompe el aire de la discordia, pide justicia. Justicia suplico para hablar a mi manera, defender mis palabras hechas de ronroneos antiguos. Soy una Lengua loca de atar. Me empeño en hablar con razones del alma a quien no me escucha. Soy la lengua de Juan Pueblo el extremeño que agoniza y levanta el cuello porque nadie lo va a matar sin decir esta boca es mía. Pido paz y la palabra que me niegan entre dientes. Juan Pueblo encima de una lágrima pide libertad con Luis Álvarez Lencero.
6.- JUAN PUEBLO de Luis Álvarez Lencero (Actores)
¡Alto! ¿Quién vive?
-Soy un loco que sueña-.
¿Un loco sin atar? ¡La soga, pronto!
¡Que le ahorquen la lengua!¡Vaya un tonto!:
dice versos encima de una peña.
-Encima de una lágrima-.
¿Y se empeña en contestar?
¡Silencio!
¡Yo no afronto
las palabras de un loco,
porque monto
en fuego de fusil!
¡El santo y seña!
-Yo digo libertad y patria y pido...-.
¿Quéeee?
-Oh, nada, es sólo un verso ensangrentado-.
¡Basta ya y al paredón con él. Alego
que es loco Juan Pueblo y que ha escupido
mi brillante uniforme de soldado.
¡Aquí no habla ni dios! Apunten, ¡¡¡fuego!!!
7 ((ENCINARES DE J.D.V.))
OFF:
Gracias al cielo siguen lloviendo poetas como milagro de Dios. No se duerme la esperanza en la noche larga del olvido, amanece con el sol el trino dulce de mi lengua, sobre extremeños de yerbabuena en la boca que besan el corazón delgado de la bellota o la espiga granada del trigo. Sigo destilando en los labios de mi gente decires de tórtolas que arrullan versos en las copas de la encinas de Jesús Delgado Valhondo.
7.- ENCINAS de Jesús Delgado Valhondo (Actores)
Yo no sé si la encina ha nacido de roca
o ha nacido del polvo que levanta el rebaño
o ha nacido de tierra seca, caliente y loca,
o ha brotado en la siesta o es un dolor extraño.
Yo no sé si la luna resbalando en el suelo
yo no sé si fue el búho inventándose el nido
o tormenta apretada o los barros del cielo
o cuento de la bruja o cansado quejido.
Encinar extremeño, mis heroicas encinas,
mis sufridas encinas milenarias y llenas
de cigarras, de tórtolas, de olor de campesinas
como si fuese sangre sin encontrar sus penas.
8 ((VILLANCICO DEL GUADIANA J.D.V.))
OFF:
Extremadura tiene sabor a menta, lo dice Jesús Delgado Valhondo de tal manera, que la palabra escrita huele y alegra. Si viene el viento y la voz se lleva, queda el aroma sobre la letra. Que murmuren por los siglos de los siglos que aquí se habla claro y alto, para que sepan que entre recias encinas se escarcha el lenguaje de esta tierra, rocío que empapa el tuétano de la tierra. Y para que alegren el corazón como el poeta lo espera, el Villancico del Guadiana toca castañuelas.
8.- VILLANCICO DEL GUADIANA Y DE LA ENCINA de Jesús Delgado Valhondo (Actores)
Cuando el Guadiana besa
la hierbabuena
es que dentro del agua
es Nochebuena.
Olas es las pilastras
con castañuelas,
por debajo del agua
es pez y estrella.
Villancicos de espuma
luna de yerbas.
Extremadura tiene
sabor a menta.
Por el Puente de Palmas
tristeza sueña
el agua que se marcha
de nuestra tierra.
Hay una sinfonía
de encinas muertas
para la nana, madre,
de Nochebuena.
9 ((LOS POBRES DEL MUNDO M.P.C))
OFF:
Humanamente hablando defiendo mi Lengua por encima de todos los ruidos que la niegan. No me rompen la voz ni la callan, os lo he dicho susurrando versos. Grito NO a los sordos de corazón de corcho. Lanzo un NO de piedra a las negras aguas del río que me estanca en el olvido. Para defender mi Dulce Lengua y ofrecerla a aquellos que la prenden en el ojal de la aurora, mi amigo Manuel Pacheco, con quien Los pobres del mundo tocan el bombo, me presta la palabra NO que es la que más ama, porque el SÍ significa ciega obediencia y el NO auténtica rebeldía. NO, no callarán a la lengua extremeña.
9.- LOS POBRES DEL MUNDO TOCAN EL BOMBO de Manuel Pacheco
(Actores)
Alguien gritó a los pobres,
más pobres del mundo, que se unieran,
y los pobres más pobres
se unieron para tocar el bombo.
La música del bombo de los pobres,
más pobres del mundo, sonaba a cuero húmedo,
a Dios le ampare, hermano,
a desperdicios de comidas en latas de basura,
a mugidos de vacas preñadas.
Un millonario gritó a los millonarios
más millonarios del mundo, que se unieran
y los millonarios se unieron
para dirigir la orquesta de los pobres
y con batutas de oro puro
dirigieron La sinfonía del hambre.
Los pobres más pobres
seguían tocando el bombo:
el sonido sonaba paz... paz... y paz...,
los pobres tenían paz
y no morían de guerra.
Morían porque sus estómagos
estaban vacíos, limpios,
ordenados y celestes
con jugos gástricos de pazzzz.
10 ((LOS QUE NO TIENEN DONDE... M.P.C.))
OFF:
¿Sería un sueño, que de norte a sur de nuestra geografía un rayo de sol, reflejo de estrella, soplo de viento o libélula azul dejasen caer copos dulces de lengua extremeña, como abejas que al libar las flores siembran de polen la tierra? Paisano, eres mi centinela, mi escucha, mi atalaya... mi pan de voz que alimenta el hambre de palabras. Los que no tienen donde caerse vivos, como dice Manuel Pacheco, necesitan la Lengua para pedir un plato de existencia. Que un arcángel negro nunca nos sepulte sin que rompamos la lira de la garganta pidiendo una nana de lengua extremeña, que nos cubra de tierra enamorada.
10.- LOS QUE NO TIENEN DONDE CAERSE VIVOS de Manuel Pacheco
(Actores)
Hay quien dice:
-No tengo donde caerme muerto,
y debería decir:
-No tengo donde caerme vivo.
Siempre hay un lugar donde caerse muerto.
El muerto se cae en cualquier sitio
y nada ni nadie logrará hacerlo obedecer;
nada ni nadie lo hará angustiarse por nada,
ni pasar frío, ni calor,
ni hambre, ni cárcel, ni tortura.
Si al muerto no le dan cama, huele:
el muerto no habla,
pero protesta oliendo mal.
Lo difícil es tener un lugar
donde caerse vivo.
Sólo una minoría de privilegiados
caen bienmente vivos:
hermosas casas fincas,
lujosos hoteles playas,
conciertos óperas, ballets,
yates, queridas, cuartos de estar
y de no estar.
Los de la miseria no tienen
dónde caerse vivos con el dolor,
dónde caerse vivos con el hambre.
Caerse muerto es fácil.
Se puede caer muerto uno
donde le dé la gana.
11 ((AL MUCHACHO EXTREMEÑO DE PILAR FERNÁNDEZ))
OFF:
¡Dulce Lengua del alma mía, cómo embriagas de amor el paladar cuando canta la mujer extremeña! Ella es el cofre de la esperanza. De su pecho el ronroneo, la nieve más pura que en la boca se derrite, sube alegre con voluntad total de entrega. De la uva sale el vino, de la aceituna el aceite, de mi corazón salen, ay, amores para quererte.
Príncipe altivo del país de la vid y las tormentas... leal compañero de la fatiga y la algaraza, en esa Extremadura que defiende Pilar Fernández contra los azotes de la niebla negra.
11. AL MUCHACHO EXTREMEÑO (Actrices)
I
Príncipe altivo del país de la vid y las tormentas
héroe de mi leyenda
en el destierro de una patria ingrata.
Te quiero desde el cieno,
desde las barricadas,
en la primera línea de fuego.
Es mi entrega total, sin paliativos,
y te ofrezco mi cuerpo para que lo pises,
mi voluntad, mi pluma, mi rabia y mi silencio
para que hagas con ellos lo que quieras.
Del amor al desprecio cabe un itinerario,
la travesía de Ulises.
Yo, Nausícaa solitaria,
espero en esta isla de angustia y esperanza
un solo gesto tuyo,
príncipe altivo del país de las tormentas.
II
Atrapada en mi vuelo
por el dorado abismo de tus ojos,
hoy me muerdo los labios,
hasta desgarrármelos,
para acallar el secreto anhelo
de mi corazón
que sin recato y sin pudor
te canta. Canta las excelencias
de tu belleza y de tu dignidad.
Sería fácil morir,
si al final nos espera
el amor de un efebo hermoso
como tú, de grandes ojos puros,
pestañas inmensas como barcos
abiertas a un océano de negras tempestades.
Muchacho de temple enardecido,
entrando en las batallas
con el rostro sereno
y limpia la emoción
de su espíritu y su cuerpo,
como diría Kavafis.
Es sencillo dejarse transportar
por el arrobo de tus mejillas, vulnerables y libres,
por tu rebelde grito desgarrado de rabia,
por tus causas perdidas, que son también las mías.
Bello efebo moreno y generoso,
de grandes ojos puros
como montes diáfanos poblados de olivares,
sólo para cantar las excelencias
de tu belleza y de tu dignidad,
mi vida halla sentido
12 (( POEMA DE JAVIER FEIJOO))
OFF:
En el corazón tenía la espina de una pasión; logré arrancármela un día, ya no siento el corazón... dice en sus Soledades el bueno de Antonio Machado. En vuestro corazón estoy como espina que quieren arrancaros. Para los que no aman la lengua con la que nacieron y mecieron su cuna, no hay poema ni arcoiris en su boca para defender el paisaje tornasol de Extremadura. No enjauléis mi voz de pájaro al viento entre barrotes de sonidos sin historia. Dejadme la libertad de pregonar mis acentos, que a nadie duele la dulzura de pronunciar Ehtremaúra como lo hicieron vuestros agüelos. Ahora dejo mi voz de tierra profunda a Javier Feijoo que sigue poetamente en pie pidiendo amor para los güérfanos de verbos extremeños.
12.- POEMA DE JAVIER FEIJOO ((QUE CIERRA))
¡Agilen p’alantre los que tién curtura!
¡Agilen p’alantre los que tién talento!
¡Qu’agilen delantre tós los qu’han leío
porque yo no pueo!
Na más soy poeta,
de los de nacencia, de los extremeños.
Y afilo mi pluma con la mi experencia,
y arrebusco, y jimplo, y escarbo’n los verbos.
¡Yo diré detrás con el mi magín
jilvanando versos!
Y es que yo cavilo:
Pa tirá del carro d’este galraero
a mí me s’ocurre que los ilustraos
tién que dir primeros.
Y aluego nusotros,
con versinos nuevos,
manque’n jarapales nus jagamos trizas
nuestros sentimientos,
pasino a pasino
jaremos sendero.
Y arrebuscaremos aquellas vereas
arrescondiínas por los nuestros pueblos;
castúas palabras, aquellas qu’antaño
icían los agüelos;
recaínos nuestros, los mesmos qu’hogaño
s’enrean con el tiempo;
y güenos poemas, versos qu’en la tierra jueron enraigaos
por jondos pensares de grandes maestros.
¡Versos qu’entoavía
nus calan mu adrento!
Porqu’Extremadura es tierra arrogante
qu’esparramó cielo
por los escondrijos más arrebuscaos
d’este firmamento;
y los que jacemos memoria
d’aquello,
con la savia nueva
de los nuevos versos,
a viejos poetas
jonramos sin mieo.
¡Agilen p’alantre los que tién curtura
y nus abran paso a los poetas nuevos!
Pa que asín s’empollen
nietos y bisnietos
de la nuestra galra...
...¡qu’entoavía hay tiempo!
Y palren asina,
y sin mieo manejen tós los nuestros verbos,
esos que nus jinchan el pecho d’ergullo
a los extremeños.
¡Qu’agilen p’alantre, qu’agilen con ganas
los que tién talento,
los que tién curtura,
los nobles, los güenos, los sabios maestros!
¡Naide s’acagace!
¡Naide tenga miëo!
Qu’asín arrejunde dende su nacencia
la juerza d’un pueblo
que labró los mares más arrebataos
y sembró caraite’n la tierra adrento
regao con sangre,
suores y esjuerzos.
Y asina emigraron nuestros campusinos,
nuestros labraores, los nuestros ancestros.
Y asina soñaron gorvel ergullosos
con una mijina de gloria y dinero.
¡Pero jueron tantos los que se quearon
durmios en el tiempo!
Su lágrima seca
dio retoños nuevos,
y endispués
los nietos
y aluego
el silencio.
Y quiciás por eso hoy endilgo un chillo
con toas las mis juerzas a ese nuestro cielo,
al desparramao por los escondrijos más arrebuscaos
d’este firmamento:
¡Gorvel emigrantes!
¡Gorvel extremeños!
¡Gorvel cuantiantes manque na más sea
pa la fiesta’l pueblo!
¡Gorvel con la galra qu’arrebujaína’n aquellos jatos
sus llevastis lejos!
¡Gorvel a la tierra d’aonde sus llevastis
la vos qu’andenantes l’ascuché al agüelo!
¡Gorvel emigrantes!
¡Gorvel cuantiantes pa danos aliento!
¿No veis que nusotros, los qu’aquí queamos,
los que reguñimos con nusotros mesmos
sin tirá con juerza del carro eschangao
d’este galraero,
dende que sus juistis pa esos andurriales,
pa esos otros pueblos,
semos unos probes
güérfanos de verbos?
...
... Porque...
...Un poema, una poesía,
no es sólo un puñao de versos
que puean contá cosas nuevas
o rescataglas del tiempo.
Si por poco que s’escriba
se jace sin ningún mieo;
si acierta a desentrañá
nuestro jondón más sincero;
si al leeglo otras presonas
quitamos las tapaeras de sus güenos sentimientos
pa que brillen en sus ojos
una lágrima, una risa o argún juerte deseo,
vale más que cien mil veces
un millón de pensamientos
escondios en el baúl
del vergonzoso silencio.
Al que se siente ergulloso
d’habé nacío bajo’l cielo
más azul que tós los mares,
qu’es el nuestro, el extremeño,
va dedicá esta obra que termina asín, gritando:
¡Que naide esconda sus versos!
y arrebusque la manera de contá sus ocurrencias
y sus jondos sentimientos,
pa que to’l mundo s’entere
qu’aquí no tenemos mieo
d’agarrá con mano firme
la jacha jecha de jierro
pa rebaná la corteza
qu’encorcha nuestro silencio.
Pa qu’en to’l mundo s’ascuchen
los poemas extremeños,
que se fraguan en el alma
con el yunque de los sueños
pa estrujá los corazones
con la juerza de sus versos.
. . . . . . . . . . . . .
¡Extremadura!
No rejuyas de la vos de tus ancestros,
porque d'ella nus sentimos mu ergullosos
los que palramos asina, porque semos extremeños.
FIN
Última actualización: 06/05/2007 |
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